Si consideramos que una tecnología implica el uso de una técnica (y más allá, por cierto, de que existen otros usos), un blog queda definido como medio de expresión individual y subjetivo, como lugar de demostración de gustos, estilos, miedos y deseos.
Así, y como todo proceso semiótico, un blog también es �por definición- un tipo de interacción y como tal, susceptible de ser analizada desde un punto de vista interaccional. En este trabajo se proponen utilizar categorías interaccionales (en particular el modelo dramatúrgico de Erving Goffman) para analizar este tipo de sitios personales que permiten el agrupamiento de personas muy distantes físicamente pero que comparten perspectivas, gustos y estilos de vida, al tiempo que también sirven para tematizar las angustias a las que se enfrentan los hombres y mujeres de la tardomodernidad.
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