La relación entre urbanismo y arquitectura es una realidad indiscutible, ya que han estado siempre ligados desde sus origenes, adaptandose ambos y mutuamente a las necesidades de cada época y uso de sus habitantes. Así hemos pasado de la antigua ciudad medieval, amurallada y cerrada, a una ciudad predominantemente abierta y dispersa, en continua expansión. Transformación lógica, ya que una ciudad es algo más que un concepto meramente físico, es un fenomeno social y dinámico, en continuo cambio procesal; es una cuestión que afecta no solo a sus habitantes residentes sino tambien a sus diferentes tipos de visitantes.
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