Santiago García-Velasco Sánchez-Morago, Almudena Villafranca Casanoves, José María Cantero Almena
La utilización de medicaciones sedantes es relativamente frecuente en el nivel hospitalario. Sin embargo, la valoración de sus efectos sigue siendo realizada de una forma desigual. Existen dos formas de hacerlo, bien por escalas de valoración subjetivas (Ramsay o RASS, entre otras) o mediante un instrumento de valoración objetivo, el índice biespectral o BIS de la casa Aspect. La monitorización mediante el BIS permite realizar de una forma objetiva la valoración del grado de anestesia [1]. Esta tecnología posibilita una adecuada anestesia de los pacientes evitando una innecesaria sobresedación, puesto que las escalas de valoración son ineficaces en pacientes sometidos a relajantes musculares. Está especialmente indicada en los pacientes neuroquirúrgicos, ya que es preciso mantener un grado alto de confort y una adecuada sedación para practicar la valoración clínica adecuada, evitando la sedación inadecuada que enmascare signos y síntomas.
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