La contaminación legislativa no es una exclusividad argentina. Todos los países tienen sus ordenamientos jurídicos contaminados por un exceso en la legislación y por la imposibilidad de eliminar la basura que son las derogaciones tácitas. Esto también le pasa a Italia. Y si bien la cifra de leyes que alguna vez se barajó de 200 mil es ridícula, las probables 32.000 que tienen son muchas, entreveradas y con pasajes de una monarquía a una república con una dictadura de por medio. Cada país, cada cultura jurídica afronta el tema de la manera que mejor cree y los italianos le han dado el nombre de simplificación legislativa tomándolo de una primitiva ley de simplificación de los procedimientos administrativos que lleva el nombre de su proponente el senador Bassanini.
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