La forma de alimentación de un grupo humano constituye uno de sus marcadores culturales. Al alimentarse no solo se satisfacen necesidades biológicas, sino que se expresa una forma de relación social. En este trabajo se ha planteado el conocer las diferencias alimentarias entre dos generaciones, como muestra inicial de una etnografía a mayor profundidad. Se ha realizado en una zona periurbana de Alicante, en la que se estudia mediante la confección de unos carnets alimentarios, lo que comen durante siete días consecutivos un grupo de personas mayores de sesenta años. También se estudian los carnets alimentarios de un grupo de niños de dos a catorce años. El estudio ha revelado las diferencias alimentarias que existen entre "nietos y abuelos". Los resultados han confirmado la hipótesis de que los niños son mucho más influenciables a cambios alimentarios inducidos por factores externos (medios de comunicación, envoltorios de alimentos, etc). En los niños, la comida menos elaborada, mayor ingesta de bollería, así como poca o nulas unidades de pescado, fruta y verdura aparecen como diferencias significativas frente a los adultos, teniendo por tanto una dieta más apartada de sus raíces culturales.
Dietary habits in human beings are one of the most evident ways to approach their cultural signs. When feeding, humans not only satisfy their biological needs but they express a means of social relationship. This study considers the different dietary habits of two generations. The study has been carried out in a particular area of the Alicante outskirts. Two different groups of people were given a card to record the day-to-day meals they had for a whole week. One group was of people over sixty and the other were children from two to fourteen years old. The study highlighted the different habits that exist between grandparents and grandchildren. The results have confirmed the hypothesis that children are easier influenced by external factors (means of communication, advertising, attractive wrappings...) than elderly people. Children prefer simpler food - plenty of sweet snacks rather than fish, fruit or vegetables which seldom appear in their in-take. On the other hand adults stick more to their cultural preference for traditional food.
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