Tras discutir dos definiciones del terrorismo islamista, el autor plantea que el conjunto de los países del Magreb se ha convertido en un terreno de movilización para dicho fenómeno. Este debe ser entendido, en la región del Mediterráneo, como un estadio distintivo en la trayectoria de Al Qaeda. Se describen las tres grandes tendencias que actualmente constituyen el mundo natural de los islamistas radicales o de sus antecedentes en Marruecos. Al mismo tiempo, se critica el uso oportunista de una coyuntura antiterrorista y se reflexiona sobre unos escenarios futuros en los que la disminución del terrorismo de inspiración islamista en el ámbito mediterráneo parece poco probable.
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