El SIDA es una enfermedad infectocontagiosa causada por un retrovirus, el HIV. Los especialistas en Salud Mental tenemos un papel fundamental no sólo en lo que respecta al diagnóstico y tratamiento de los numerosos trastornos psiquiátricos asociados a esta infección, sino también en prevenir la propagación de la enfermedad en relación a la sexualidad y las adicciones.
En cuanto a las alteraciones psiquiátricas que pueden presentar los individuos infectados debemos tener en cuenta los siguientes factores: la personalidad previa, los condicionantes psicosociales acompañantes (familia, desempleo), las infecciones oportunistas y neoplasias cerebrales, la acción directa del HIV sobre el Sistema Nervioso Central(SNC), las toxicomanías, los numerosos tratamientos farmacológicos que estos pacientes reciben y la enfermedad sistémica avanzada.
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