Presentamos el caso de una mujer estudiada por hipertensión arterial de reciente aparición, sin causas orgánicas que la justifi caran. El tratamiento antihipertensivo no fue efi caz por lo que la paciente acudió en repetidas ocasiones al servicio de urgencias por crisis hipertensivas junto con cefalea y mareos. Tras instaurar tratamiento ansiolítico, conseguimos normalizar las cifras de presión arterial, así como una mejoría clínica. No deberíamos olvidar el componente emocional en los casos de hipertensión arterial esencial de reciente aparición que no responden al tratamiento antihipertensivo
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