En este artículo hemos analizado el concepto de discriminación, observando que se ocasiona tras la vulneración de un principio fundamental como el de la Igualdad de Trato.
Resaltamos la discriminación padecida por el pueblo gitano, fruto en la mayor parte de los casos del prejuicio generalizado, olvidando que cuando rechazamos a alguien simplemente por pertenecer a una determinada etnia, sexo, religión, etc., estamos vulnerando un derecho fundamental (no discriminación) que nos pertenece a todos como seres humanos, un derecho recogido en la normativa, nacional e internacional pero cuya aplicación práctica no es efectiva. Por ello, esperamos que la trasposición de la Directiva Europea CE/2000/43 consiga paliar las lagunas existentes en nuestro ordenamiento jurídico y todas las personas puedan gozar del bienestar que otorga el Principio de Igualdad.
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