Introducción Las actividades ecuestres en los ámbitos doméstico, lúdico, deportivo y educativo son relativamente frecuentes y no están exentas de riesgos para los niños. Se dispone de muy pocos datos sobre los accidentes provocados por caballos, sus circunstancias y las claves para su prevención.
Método Estudio retrospectivo y descriptivo de los accidentes relacionados con caballos en pacientes pediátricos que requirieron ingreso hospitalario entre julio de 1997 y septiembre de 2008.
Resultados Se analizó a 17 pacientes con edades de entre 4 y 17 años, que tuvieron 14 caídas accidentales, 2 coces y una mordedura. Ocho pacientes perdieron el conocimiento tras el accidente. Sólo un paciente portaba casco protector. Se produjeron 3 fracturas craneales, 4 hemorragias intracraneales, un neumoencéfalo y 2 lesiones neuronales difusas. Se registraron 4 fracturas de huesos largos, una fractura mandibular, un acuñamiento vertebral y una avulsión parcial de pabellón auricular. Ocho pacientes requirieron cuidados intensivos, 2 pacientes necesitaron intervenciones neuroquirúrgicas y 4 pacientes precisaron reducción quirúrgica de sus fracturas.
Conclusiones El manejo de caballos por parte de niños y adolescentes puede resultar una actividad de alto riesgo. En esta serie, el traumatismo craneoencefálico fue la lesión más habitual y grave. Dada la baja adherencia a los métodos de protección observada en estos pacientes, parece necesario promover medidas que aumenten la seguridad durante las prácticas ecuestres.
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