En una primera fase, cuando una empresa de mantenimiento consigue un nuevo contrato en algún momento deberá iniciar su actividad en las instalaciones del cliente. El contratista se familiariza con la planta, analiza las instalaciones en detalle, forma al personal, prepara las herramientas y medios técnicos que necesitará para el desarrollo del contrato, acopia el repuesto que necesitará, elabora un plan de mantenimiento para las instalaciones y prepara los métodos de trabajo que seguirá. El éxito del contrato y los resultados a corto plazo dependen en gran manera de la forma en que el contratista aborde esa fase inicial.
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