Ramiro López Menchaca, Carmen Suárez Fernández
Las estatinas reducen la incidencia de enfermedad cardiovascular (CV) un 30-40%, pero persiste un riesgo de complicaciones CV que no previenen. Se precisan, pues, nuevos fármacos, que asociados a las estatinas modifiquen favorablemente los lípidos y reduzcan aún más la incidencia de complicaciones CV. En este comentario clínico revisamos la importancia de otros lípidos (colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad [c-HDL] y triglicéridos) en el riesgo CV y los fármacos potencialmente útiles para asociar a las estatinas. Los fibratos son especialmente efectivos para reducir los triglicéridos, mientras que la niacina tiene un efecto global, reduciendo el colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) y los triglicéridos y es el fármaco más eficaz para elevar el c-HDL. La asociación de estatinas y niacina puede ser el futuro inmediato para abordar el tratamiento de la dislipidemia de forma integral y, potencialmente, reducir aún más el riesgo de enfermedad CV.
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