Este trabajo pretende abrir una reflexión acerca del movimiento pendular de la presencia del Estado como garante de lo público a lo largo del siglo XX y, a partir de esta historia reciente, establecer la necesidad de pensar qué características debe asumir la actuación del Estado hoy, particularmente en el campo educativo.
A inicios del siglo XX la educación se constituyó en razón de Estado, reconociendo como uno de los elementos principales de la estructuración de los sistemas educativos la distribución y el control de los libros de texto. En tanto, a finales de ese siglo se pretendió configurar la educación como una razón de mercado y el Estado se reservó su intervención como un operador más en el mundo editorial.
En este trabajo los libros de texto se constituyen en la piedra de toque que permite analizar la relación estado-mercado y educación. Por su valor material y simbólico se alejan definitivamente de constituir un material presuntamente neutral, es un dispositivo que posee como propósito incorporar a las nuevas generaciones a una determinada cultura. Por lo tanto: ¿quiénes deciden sobre los textos escolares?
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