La amplia variedad tipológica presente en las colecciones textiles del Museo del Ejército, unida a la acusada fragilidad de sus materias, ha condicionado decisivamente los procesos asociados a su traslado a la nueva sede de Toledo. Los trabajos preparatorios se remontan diez años atrás, si bien ha sido en los últimos dos cuando se ha abordado el traslado propiamente dicho. Para ello ha sido necesario no sólo definir las características de los embalajes y contenedores destinados a trasladar estas colecciones, sino también planificar los espacios de los almacenes que las albergarán y seleccionar el mobiliario. Previamente, ha sido necesaria una labor de revisión de inventario que ha permitido corregir errores y despejar dudas.
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