Presentamos el caso una gestante de 41 años, diagnosticada de preeclampsia grave en la semana 39, con resultados catastróficos de muerte materna. Exponemos el deterioro de esta paciente desde el diagnóstico de preeclampsia, que evolucionó a eclampsia, síndrome de HELLP, rotura hepática, distrés respiratorio, shock séptico y muerte materna. La rotura hepática es una de las complicaciones más graves de la preeclampsia y el síndrome HELLP. Nuestro objetivo es destacar la importancia de su diagnóstico temprano y su tratamiento para disminuir la morbimortalidad materna y perinatal.
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