La causalidad sirve para establecer nexos entre hechos ya ocurridos -delitos consumados- y para hacer un juicio de pronóstico sobre hechos futuros -tentativas y omisiones-. La certeza entre dos acontecimientos solo es posible en un mundo determinista. La causalidad no está edificada sobre la certeza, sino sobre la probabilidad. La imputación objetiva no prescinde de la relación causal, sino que la comprende dentro de la realización del riesgo, entendida como una explicación del resultado basada en el concepto de probabilidad.
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