Con todas las letras y con todos los méritos, los tipos que ocupan estas páginas son unos auténticos bastardos. No te gustaría tenerles delante de tus narices, pero alguna vez has fantaseado con parecerte a ellos. No tienes que disculparte, cuando se trata de hace el mal, tienen un nosequé irresistible.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados