La incorporación de las mujeres a la vida laboral en igualdad de condiciones con los varones sigue siendo una meta que está por alcanzar. En España la tasa de empleo de las mujeres se encuentra casi 18 puntos por debajo de la de los hombres, hecho que tiende a agudizarse en periodos de crisis. En amplios círculos todavía se considera el empleo de las mujeres como una especie de ayuda familiar, y como tal susceptibe de ser prescindible o más barato. Por ello, es necesario un cambio de modelo productivo que atienda a la capacidad y el talento por encima de cualquier otra variable cuando se opta a un puesto de trabajo.
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