Carol A. Keohane, David W. Bates
La seguridad del paciente es un estado anímico, no una tecnología. Las tecnologías utilizadas en el ámbito médico representan instrumentos que deben diseñarse correctamente, utilizarse bien y someterse a un examen continuo. Por otra parte, en todos los contextos, la construcción de una cultura de la seguridad resulta esencial para mejorar su presencia, y muchas soluciones sin un carácter tecnológico, como la conciliación de las medicaciones y el aprendizaje de los pacientes sobre sus medicamentos, también son fundamentales. Este artículo aborda el asunto de la seguridad de las medicinas y examina unas estrategias específicas empleadas para rebajar la incidencia de los errores sobre este tema a lo largo de diversos marcos clínicos.
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