El soliloquio y los amigos imaginarios suelen ser bastante �normales� en los adolescentes y en los adultos con síndrome de Down. Para la mayoría de estas personas, hablar solas en voz alta, o con sus amigos imaginarios, puede tener muchas utilidades posibles. En general, la intervención sólo es necesaria cuando existen otros síntomas concordantes con una enfermedad mental, o cuando la conducta estuviera interfiriendo considerablemente la participación en otras actividades, o si se dieran ambas circunstancias a la vez.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados