José Perera Marrero, Gerardo Arancibia Moreno, Enrique Melón Rodríguez, Feliciano García García
La energía de los océanos se presenta con una gran perspectiva de futuro, ya que el recurso de los mares es el menos explotado y el que presenta mayor superficie de aplicación, ya que los océnos cubren las 4/5 partes del planeta.
Hasta ahora las actuaciones más representativas en el medio marino se han centrado en captar la energía cinética de corrientes marinas relacionadas con los desniveles producidos por las mareas (mareomotriz). Sin embargo, el aprovechamiento de la energía de las olas es un enfoque innovador que aún está por desarrollar. Por ello se pretende fomentar el uso de la energía proveniente de las olas (energía undimotriz).
Un beneficio añadido a la mayoría de las instalaciones apenas tienen impacto visual, sonoro y de ocupación, que es uno de los problemas principales que vienen teniendo otros tipos de tecnologías de energías renovables (eólica, solar e hidraúlica, por ejemplo).
La energía cinética de las corrientes marinas puede ser transformada en energía útil para el ser humano usando dispositivos similares a los que se emplean para la obtención de la energía del viento, es decir, turbinas de eje tanto vertical como horizontal.
Debido a que la densidad del agua del mar es 850 veces superior a la del aire, la potencia disponible es significativamente mayor. Como consecuencia, el tamaño de la turbina necesaria es mucho menor, para la misma capacidad de generación eléctrica.
La mayor parte de la energía undimotriz se concentra en los Océanos Atlántico y Pacífico, entre las latitudes 40º y 65º y con un potencial de entre 50-100 kw por metro de frente de ola. En las zonas tropicales, este potencial se encuentra entre 10-20 kw/m. En el archipiélago canario las estimaciones están el el orden de 20-25 kw/m.
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