La elaboración de un plan tecnológico es la herramienta que la compañía utiliza para tratar de lograr sus objetivos a medio y largo plazo. Para ello, es imprescindible que en el momento presente la compañía defina cual quiere que sea su situación futura. Ésta no tiene por qué suponer un cambio radical; puede plasmarse como una variación incremental y determinarse para todos los aspectos que componen la organización. Para elaborar una situación futura, es imprescindible que se haga un análisis muy preciso de cuál es el estado actual de la organización y cuáles son sus fortalezas y debilidades. Una compañía puede trazar una o varias situaciones futuras, cada una de las cuales debe ser analizada individualmente.
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