La Directiva 96/61/CE relativa a la prevención y al control integrados de la contaminación, conocida por sus siglas en inglés como Directiva IPPC, tiene como objetivo alcanzar un alto grado de protección del medio ambiente, en línea con la filosofía de "desarrollo sostenible" establecida a nivel de la Unión Europea, que conjuga el desarrollo económico y social con la protección de la naturaleza.
El sector cementero español, que suscribe este objetivo, ha dedicado entre los años 1996 y 2007 1.084 millones de Euros a inversiones encuadradas en las Mejores Técnicas Disponibles (de los cuales 894 en los 7 últimos años), y 308 M� en gastos relacionados con la aplicación de la IPPC.
Este gran salto en la protección ambiental ha sido facilitado por un Acuerdo Voluntario suscrito entre las distintas administraciones españolas y la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, Oficemen, en el que se encuadran 612 millones de euros entre los años 2001 y 2007.
Los datos de las inversiones realizadas por el sector reflejan claramente su compromiso con el desarrollo sostenible, mediante la gestión racional de los recursos y la compatibilización de la fabricación de cemento con la protección del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida de las personas. Para ello se han dedicado recursos económicos, técnicos y humanos. Este hecho, unido al compromiso del sector por la transparencia y transferencia de información, que ha quedado plasmado en el resultado de trabajos sobre MTDS e investigación sobre emisiones, ponen de manifiesto el esfuerzo permanente de mejora que realiza el sector cementero español.
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