Tras los problemas que han sufrido algunas grandes organizaciones y el sistema en general, parece claro que algunos altos directivos confundieron su misión y se dedicaron a velar por sus propios intereses. Este artículo pretende construir paso a paso, peldaño a peldaño, planta a planta, el edificio del liderazgo humilde y servidor, que despliegue por los cuatro costados el principal cometido del líder: servir (y no servirse, como han puesto de manifiesto los altos directivos de muchas empresas en los últimos tiempos).
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