Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Somatosemiosis e identidad carismática pentecostal

  • Autores: Rodrigo Moulian Tesmer
  • Localización: Revista Cultura y religión, ISSN-e 0718-4727, Vol. 3, Nº. 2, 2009
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • Somatosemiosis Pentecostal and charismatic identity
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      La identidad pentecostal se define por la experiencia de la alteridad espiritual, lo que en el evangelismo carismático se denomina el �sello del Espíritu Santo� que bautiza con su poder. Las señales de su presencia se inscriben en el cuerpo de los fieles en la forma de sensaciones, emociones, manifestaciones sintomáticas, experiencias extáticas, de modo que, literalmente, el verbo se hace carne en los participantes del culto. En términos psicodinámicos, la �entrada en el espíritu� o �unción espiritual� se conceptualiza como un proceso de disociación somatomorfo, porque supone una escisión de las funciones de la conciencia �marcado por la pérdida del autocontrol y experiencias de posesión� y se presenta acompañado de manifestaciones somáticas.

      En la perspectiva pentecostal, es el Espíritu Santo quien toma dominio de las acciones de los creyentes y se expresa a través de su corporalidad, llenándolos de gozo, produciéndoles una sensación de plenitud y sentido de certidumbre. Se trata, por lo mismo, de un mecanismo eficaz para enfrentar las crisis vitales. La disociación tiene efectos integradores. El éxtasis sagrado confirma la doctrina eclesial, funda una comunidad mística y ofrece un principio de identidad que abraza las diversas dimensiones de la vida del individuo. En este artículo abordamos el papel de cuerpo como materia significante de este proceso transformador.

      El análisis de la somatosemiosis muestra al pentecostalismo como un caso ejemplar de construcción social de la subjetividad, donde las representaciones culturales aparecen encarnadas, articulando el sentido en los procesos de crisis, disociación y reintegración del yo.

    • English

      The pentecostal identity is defined by spiritual alterity experience, which in charismatic evangelism is called the seal of Holy Spirit, who baptises with power. The signals of the presence are registred in the worshipper�s body in form of sensations, sintomatic expressions, extatics experiences in such way that, literally, among participants of the cult, the verb becomes flesh. In psychodynamical terms, the �arrival of Holy� or �spiritual ointment� is conceptualized as a somatomorphic dissociation process, because it supposes a split of conscience functions -marked by the loss of selfcontrol and possession experiences- and includes somatics expressions.

      In pentecostal perspective, the Holy Spirit is the one who takes control of belivers�s actions and is self expressed by their corporality, filling them whit enjoyment, fullfilment sensation and sense of certainty. For the same, it is an efficient mechanism to face life�s crises. The dissosiation has integration effects. The sacred extasis confirms church�s doctrine, founds mystical community, and offers an identity principle that embrace diverse dimenssions of individual�s life. In this paper we approach the place of body as significant of this process of change.

      The analysis of semiotics of flesh shows pentecostalism as paradigmatic case of social construction of subjectivity, where cultural representations are infleshed, mediating the sense in the process of crisis, dissociation and reintegration of self.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno