Francesca Colombo, Rie Fujisawa, Ana Llena Nozal, Mark Pearson
Ante la creciente demanda de trabajadores de cuidados de larga duración (CLD a partir de ahora) las políticas de los países de la OCDE tratan de conseguir tres objetivos principales mediante distintos paquetes de medidas.
Primero: con el fin de ampliar el número de trabajadores de CLD, por un lado se han desarrollado programas de formación y de estructuración profesional para hacer más atractivo el trabajo asistencial para personas en situación de dependencia y, por el otro, se han contratado trabajadores de CLD en colectivos habitualmente inactivos o con escasa presencia en el mercado laboral. Además, algunos países han implementado políticas que facilitan la contratación de trabajadores no cualificados como trabajadores de CLD.
Segundo: con el fin de lograr un mayor rendimiento de la mano de obra disponible, se ha intentado aumentar la tasa de retención entre los trabajadores de CLD a través de una mejora de los beneficios económicos y no económicos, a la vez de proporcionar ayudas para cuidadores familiares e informales mediante prestaciones económicas y técnicas.
Tercero: también se ha tratado de paliar la necesidad de trabajadores de CLD a través de, por ejemplo, el uso de las tecnologías informáticas y de la comunicación aplicadas a la dependencia, tales como la telemedicina y los historiales médicos electrónicos, y políticas en promoción del envejecimiento saludable y el autocuidado.
Sin embargo, estas estrategias conllevan costes y retos, y son necesarios esfuerzos adicionales para asegurar la provisión de suficientes trabajadores de CLD con formación adecuada sin que los costes asociados se disparen.
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