La crisis mundial ha pasado por China sólo de puntillas: cerrará el año con un crecimiento del PIB superior al 7%. Pero la desigualdad social se sigue ensanchando, y la corrupción se ha convertido en una de las columnas vertebrales del sistema. ¿Hasta cuándo el Partido Comunista se seguirá legitimando en un modelo de crecimiento exportador, devorador de recursos naturales y depredador de salarios, que es incompatible con la armonía social y ecológica que predican sus dirigentes actuales?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados