Resumen de La guía definitiva para reclutar en tiempos buenos y malos
Claudio Fernández-Aráoz, Boris Groysberg, Nitin Nohria
Son pocas las empresas que están pensando en contratar personal ahora mismo, pero eso es un error. La historia demuestra que el reclutamiento se transformará en un problema de primera línea apenas la crisis económica llegue a su fin. Incluso ahora las empresas se están topando con problemas de personal en los mercados emergentes, y muchas tendrán que encontrar a talentos que reemplacen a los baby boomers jubilados. ¿Podrán satisfacer sus necesidades? Lo más probable es que no, dicen los autores. Su investigación, que implicó entrevistar a decenas de CEO, ejecutivos de recursos humanos y reclutadores, descubrió que las actuales prácticas de contrataciones son descuidadas, en el mejor de los casos, e ineptas en el peor.
Y no es de sorprenderse. Sin saber cuáles son sus necesidades de personal, la mayoría de las empresas aborda la contratación de altos ejecutivos como una emergencia. Eso los deja con pocas opciones. Un estudio descubrió que casi un cuarto de las veces el ejecutivo seleccionado era el único candidato que había sido considerado para el cargo. Muy pocas empresas realizan revisiones de referencias; demasiadas se basan en la intuición al evaluar las cualificaciones y el calce cultural. Casi nadie toma en cuenta si los candidatos serán buenos jugadores de equipo. Y, lo peor de todo, sólo la mitad de los altos ejecutivos reclutados fueron entrevistados por alguien de la alta dirección. El resultado: cerca de un tercio de los contratados promisorios se van en menos de tres años después de ser reclutados.
Como solución, los autores ofrecen sus mejores ideas acerca de las prácticas más avanzadas de contratación en las esferas más altas de la organización. Sus recomendaciones cubren el ciclo completo del reclutamiento en siete pasos: anticipar la necesidad de nuevas contrataciones, especificar el cargo, desarrollar una reserva de candidatos, cerrar el trato, integrar al recién llegado y evaluar la eficacia del proceso de contratación. Independientemente de lo que ocurra en el futuro, las empresas que sigan estas prácticas tendrán una verdadera ventaja sobre sus competidores.
