Cuando se piensa en las organizaciones sin ánimo de lucro, se suele dar por supuesto que su éxito está directamente vinculado con sus métodos de gestión o su trayectoria de crecimiento. Sin embargo, los autores de este artículo han llevado a cabo un estudio que llega a unas conclusiones bien diferentes: para tener repercusión, a una entidad sin ánimo de lucro no le basta con crear una gran organización y después ampliarla, sino que las que logran mejor sus objetivos son aquéllas que trabajan en colaboración con otras organizaciones o individuos. Además, los líderes de estas organizaciones son capaces de compartir el poder e inspirar a los demás a que lideren, un modelo que puede ofrecer algunas lecciones a empresas de todos los sectores.
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