Víctimas del desconcierto, las gentes de izquierda o se quedan en casa, o se consagran a algo muy concreto y sectorial, o continúan en la rutina de apoyar lo "menos malo". Sin alegría. Sin esperanza. Con desazón. Sabiendo que hay que hacer algo, pero sin fuerzas para ello. Aquí, Fernández Steinko explica "cómo" podría procederse a una "refundación" de la izquierda.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados