El orden nuclear establecido muestra signos de fragilidad, que se manifiestan en la ruptura del equilibrio de poder que se estableció tras la Segunda Guerra Mundial. Las alarmas se encienden en la medida en que cuatro de las nueve potencias nucleares actuales no han firmado el Tratado de No proliferación Nuclear, precisamente los cuatro Estados con más riesgos de crisis: Israel, India, Corea del Norte y Pakistán. En los momentos actuales no se percibe el sentido de responsabilidad necesario que requiere el manejo de la energía nuclear, para contribuir a establecer un ambiente internacional de confianza y entendimiento.
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