La crisis financiera no representa un enigma en su desencadenamiento ni en su desarrollo. A fuerza de fraccionar al infinito el riesgo y trasladarlo, los operadores financieros crearon las condiciones para su origen y evolución. Tras las vicisitudes de los bancos se escondió algo más fundamental y profundo: una crisis moral e intelectual.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados