La importancia de la textura superficial en la seguridad de la circulación y en la reducción de la intensidad sonora quedó de manifiesto en la segunda mitad del siglo pasado, cuando el incremento en los volúmenes de tráfico y la velocidad de los vehículos impulsó a las agencias de carreteras a tomar medidas concretas en estos campos.
Está ampliamente aceptado que existe una correlación directa entre el rozamiento neumático-pavimento y el ruido producido durante la circulación, de manera que se podría generalizar que aquellas texturas superficiales con un mayor rozamiento producen más ruido durante la rodadura.
Sin embargo, en el caso de los pavimentos de hormigón, se están desarrollando nuevas técnicas y perfeccionando otras ya conocidas para reducir la intensidad sonora al tiempo que se mantiene la seguridad de la conducción incluso en condiciones climatológicas adversas.
La más destacada de estas técnicas es actualmente el acabado superficial con árido visto.
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