Ander Izagirre, Daniel Burgui Iguzkiza (fot.)
El balón del Mundial de Sudáfrica rueda por céspedes relucientes, en estadios abarrotados, dirigido por los futbolistas más selectos, atrayendo la mirada de miles de millones de personas. Pero ese balón es, en esencia, el mismo que da botes imprevisibles en los campos de tierra del Chaco boliviano, en los arenales del Sáhara o en los hielos de Groenlandia. El fútbol ofrece sus aportaciones más valiosas en esas canchas remotas, lejos de los focos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados