La toma de decisiones en la EPOC es compleja por la ausencia de indicadores pronósticos claros. En estas situaciones clínicas es aún más necesaria la introducción de los deseos, valores y elecciones de los pacientes. El problema es aún más complejo en los episodios críticos intercurrentes, en los que el paciente no suele ser capaz de hecho. En la primera parte del artículo se definen los instrumentos que permiten que un paciente incapaz se represente a sí mismo, el tipo de pacientes que más se pueden beneficiar de su uso, y la legislación española al respecto. En la segunda se aplica al caso de la EPOC. El artículo concluye que el uso adecuado de las directivas previas y la planificación anticipada de decisiones incrementa la calidad y el fundamento en la toma de decisiones al final de la vida de los pacientes con EPOC.
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