Los líderes del mundo se reunirán en la Cumbre para el Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo, con el fin de evaluar el progreso que la humanidad ha hecho durante la última década en la transformación de su relación con la Tierra. Si ellos son honestos, tendrán que aceptar que hemos hecho sólo un progreso pequeño. La destrucción ecológica, la inequidad social, el descontento político y la alienación, están en aumento. Peor aún, no parece probable que en la Cumbre oficial hagan otra cosa que acordar medidas comparables al reacomodo de las sillas del Titanic. Imagine por un momento que usted no es un ser humano, sino otro miembro de la comunidad de la Tierra - un pájaro, un árbol, una montaña o un río. Si usted es un animal silvestre es probable que su reserva genética se esté secando debido a que su hábitat se está reduciendo. Como un animal de granja, su cuerpo está probablemente lleno de antibióticos y estimulantes de crecimiento, su raza se enfrenta a la perspectiva de estar siendo diseñada genéticamente para aumentar 'la productividad'. Como un río, usted probablemente esté represado y contaminado, y ahora enfrente la perspectiva de ser secado en un esfuerzo vano para satisfacer demandas humanas insaciables de agua. Es obvio desde una perspectiva no-humana que la especie que se considera a sí misma la más inteligente en el planeta, está comprometida en la ruina de la comunidad ecológica dentro de la que hemos co-evolucionado durante millones de años.
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