Varios son los motivos por los que los implantes se colocan en una posición errónea. Sin embargo, los implantes con una colocación extremadamente pésima no pueden ser restaurados. Con objeto de corregir su posición incorrecta será preciso reposicionarlos mediante procedimientos quirúrgicos o, si es necesario, incluso extraerlos por completo. En este estudio se presenta un caso clínico que requería reposición quirúrgica de un implante irrestaurable, utilizando una fresa de trefina. Esta técnica se centra en minimizar el daño que pueda provocarse en el proceso de osteo-integración del implante y en el tejido que lo rodea.
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