Tras la extracción de un diente se producen deformaciones en los tejidos duro y blando de la cresta alveolar, que constituyen un reto, tanto funcional como estético, en materia de sustitución dental, especialmente en la región anterior del maxilar, la zona de la sonrisa. En este artículo se comenta una técnica quirúrgica que utiliza un colgajo de rotación palatina para preservar la cresta que, ya sea combinado con prótesis fijas convencionales o con un tratamiento implantológico para llevar a cabo la sustitución de un diente, ofrece la posibilidad de mejorar enormemente la estética. Esta técnica, utilizada en combinación con o para la preparación de un tratamiento implantológico, permite observar la altura y la anchura del proceso alveolar, y mejorar así el tamaño del implante y las opciones de inserción del mismo. Además, la preservación y la mejora del tejido blando en la zona de la extracción proporcionan un perfil de tejido blando adyacente a la restauración definitiva que suele variar muy poco de la del diente natural original. Combinado con prótesis fijas convencionales, el uso de esta técnica crea un provisional del surco labial e interproximal del diente extraído, lo que permitirá modelar con un póntico ovoide los tejidos. Esto derivó en unos perfiles de emergencia de restauración enormemente mejorados, con mínimos cambios o apenas ninguno, en la altura del margen gingival labial, y la forma y la altura de la papila interproximal de los dientes contiguos.
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