En el presente texto Lima es vista como expresión de un proceso cultural condicionado por elementos de orden contextual y de la ideología urbana. La ciudad se constituye en uno de los escenarios privilegiados del proceso de mestizaje y aculturación, permitiendo apreciar las variadas características y sus perfiles. el desmontaje de la cultura andina y el distanciamiento especial, temporal y mental de los peninsulares -y sus herederos mestizos- provocarían un "vacío cultural" -para usar una metáfora- que demandaría ser llenado a través de un proceso lento, complejo y que en la arquitectura peruana estaría ya formulado en el primer tercio del siglo XVII
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