La forma del cuerpo y su composición influyen en el desempeño competitivo del deportista. La genética los determina en gran parte, pero el entrenamiento varía en cierta medida las cantidades y relaciones entre diversos componentes corporales (por ejemplo, la cantidad de tejido graso, cuyo exceso en relación a los patrones convenientes merma la prestación deportiva del sujeto). En un sencillo, pero útil y práctico artículo, Fernando Calahorro Cañada nos recuerda la clasificación de los seres humanos establecida por el somatotipo y plasma las instrucciones para la valoración antropométrica. El seguimiento de esta valoración en los jugadores de fútbol nos permitirá valorar, en cierta medida, la incidencia del entrenamiento a nivel condicional. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
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