Por primera vez en la historia, la madera del vallado, que se instaló en el recorrido de los encierros de las fiestas de San Fermín, procedía de bosques navarros gestionados de manera sostenible con certificado pefc. A lo largo de cien metros del recorrido se instalaron tablones de madera de pino silvestre procedente del Valle del Roncal. La madera fue aprovechada respetando los valores ecológicos del monte donde crece, asegurando además que las semillas de los árboles cortados repoblarán el monte de forma natural.
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