María Victoria Castell Alcalá, Ángel Otero Puime, María Teresa Sánchez Santos, Araceli Garrido Barral, Juan Ignacio González Montalvo
Objetivo Estimar la prevalencia de fragilidad según los criterios de Fried en una población urbana española de 65 años o más y analizar los factores sociodemográficos y de salud asociados.
Población Pacientes de 65 años o más residentes en el Barrio de Peñagrande (distrito Fuencarral de Madrid).
Diseño Estudio transversal sobre la población basal del estudio «cohorte Peñagrande» formada por 814 individuos.
Mediciones principales La fragilidad se definió por la presencia de 3 o más de los siguientes criterios: pérdida de peso no intencionada, debilidad muscular, agotamiento, lentitud al caminar y baja actividad física. Se midieron edad, sexo, estado civil, nivel educativo, ingresos del hogar, número de trastornos crónicos y capacidad funcional. Se realizó un análisis descriptivo ponderado por edad y sexo. Se estimó la asociación con odds ratio (OR) e intervalos de confianza (IC).
Resultados La tasa de respuesta obtenida fue del 73,3%, el 48,6% eran hombres y la mediana de edad fue de 76 años (71�83). La prevalencia de fragilidad estimada en la población de estudio fue del 10,3% (IC del 95%: 8,2�12,5): el 8,1% en hombres y el 11,9% en mujeres (p=0,084).
Resultados La fragilidad se asoció de forma independiente a edad superior a los 85 años (OR=3,61; IC del 95%: 1,26�10,29), a bajo nivel educativo (OR=1,71; IC del 95%: 1,01�2,90), a comorbilidad (OR=1,27; IC del 95%: 1,03�1,56 por cada proceso crónico) y a discapacidad (OR=15,61; IC del 95%: 8,88�27,45).
Conclusiones La prevalencia de fragilidad en una población española de mayores de 65 años es similar a estudios publicados en otros países. En nuestro medio, la población potencialmente beneficiaria del cribado de fragilidad serían los mayores de 85 años y los individuos con múltiples procesos crónicos y con bajo nivel educativo.
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