La introducción del aprendizaje por competencias es una ocasión de oro para replantearse el sentido del quehacer educativo; de qué cabe esperar de una persona que pasa un mínimo de diez años escolarizada; qué es lo imprescindible que se debe haber adquirido tras esos diez años que permitan a la gente desenvolverse con soltura como trabajador, como ciudadano, como miembro de una familia, de una comunidad. Una persona es competente cuando es capaz de resolver problemas reales, los cuales, por definición son siempre complejos.
Saber significa ser capaz de utilizar lo aprendido en nuevas situaciones. La escuela que tenemos responde a una sociedad industrial en la que la gente tenía la expectativa de que los conocimientos adquiridos en la escuela serían suficientes para desenvolverse en la vida laboral.
Aquí cobra sentido el modelo de repetir y memorizar. Sin embargo, hoy en día el aprendizaje a lo largo de toda la vida y la predisposición a afrontar cada vez más imprevistos resultan clave.
Learning by competencies implementation is quite an opportunity to reconsider the meaning of educational purposes. What could be expected for a person that will devote ten years at least at school? What is the minimal knowledge and skill he or she will need to manage at ease as a worker, as a citizen, as member of a family or a community. A person could be considered competent if he is able to solve real problems which, by definition, are always complex. Knowing means being able of using what has been learned in new settings. Current school is a product of the industrial society in which people had the expectations that school knowledge would be enough to manage through working life. This way it is easy to understand emphasis on root memorization. Nevertheless, today long life learning and predisposition to face the unexpected are crucial.
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