J.J. Bermúdez, Elena Trujillo, R. Sardá
Con el objetivo de comprobar, si el programa de intensidad de luz de las ponedoras en Cuba, es el adecuado o si es posible su reducción sin la afectación de los niveles productivos, se designaron once granjas de ponedoras en representación de igual número de empresas avícolas del país. Se designó una nave con el tratamiento control (T1) que consistió en suministrar 100% de la iluminación establecida o sea 3.50 watt x m2, una segunda nave para el tratamiento T2 correspondiente a 2.62 watt x m2 (75 % de la luz) y la última con el tratamiento T3 del 50% de iluminación que fue de 1.75 watt x m2. Las condiciones para el desarrollo del trabajo se establecieron por el Instructivo Técnico de las Ponedoras. Se comenzó el estímulo de luz cuando las pollonas alcanzaron 1300 gramos de peso vivo. En cada nave se llevaron controles del huevo por ave, la conversión alimentaria y la viabilidad. Los resultados fueron analizados mediante un diseño de bloques al azar, no encontrándose diferencia significativa entre los tratamientos ensayados. Se recomendó utilizar 2.62 watt x m2 en la crianza de la gallina ponedora.
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