Miguel Ángel Ariño, Pablo Maella
Tomar decisiones y ponerlas en práctica es la tarea más importante de un directivo. Por ello, decidir bien es fundamental para solucionar los problemas a medida que van apareciendo, pero a la hora de hacerlo se debe pensar más allá de la dificultad concreta que se plantea y analizar las posibles repercusiones que esa decisión tendrá en un futuro.
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