El abuso de sustancias supone unos riesgos significativos para la salud de las mujeres en edad fértil de EE. UU. y, en aquellas que se quedan embarazadas, para sus hijos. El abuso o dependencia de sustancias se define como un patrón inadaptado del uso de sustancias marcado por unas consecuencias negativas recurrentes y significativas asociadas al uso repetido de sustancias. El alcohol es la sustancia más prevalente consumida por las mujeres en edad de ser madres, seguida del tabaco y de varias drogas ilegales. El uso de sustancias en el período previo a la concepción predice un uso continuo pero a menudo limitado de sustancias durante el período prenatal. Los profesionales deben conocer las necesidades psicológicas, fisiológicas y sociales únicas de las mujeres en edad fértil y las ramificaciones legales y éticas asociadas que rodean al abuso de sustancias antes de derivar a la paciente a un equipo multidisciplinar comunitario para un tratamiento que a menudo es a largo plazo.
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