El pleno empleo es una necesidad y para conseguirlo hay que cambiar el actual modelo de crecimiento, que es el culpable de la crisis más grave desde la Gran Depresión de los años treinta. El modelo hacia el que hay que caminar debe combinar la economía de mercado con la regulación económica y los empleos de calidad. Urge organizar un sistema más equitativo y más justo, que tenga en cuenta el medio ambiente, abandone la senda del crecimiento desbocado y termine con la desigualdad actual, imbricada en el origen de esta crisis.
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