Juan José Cubero Gómez, Enrique Luna Huerta, R. Hernández Gallego, Luis Capdevila Plaza
No existen estudios prospectivos y controlados que demuestren la manera más segura y eficaz de suspender o reducir las dosis de inmunosupresores, y sólo algunos centros han publicado sus propios protocolos.
Existen razones de peso para suspender la inmunosupresión. La más importante es el aumento de incidencia de infecciones. Por el contrario, la rápida suspensión de la misma tampoco está libre de problemas, como son: la pérdida de la función renal residual y la aparición de signos de intolerancia, con posterior necesidad de nefrectomía, intervención de muy alto riesgo.
Las pautas más recomendadas para el manejo de la inmunosupresión son:
- Suspensión inmediata de los antimetabolitos y descenso lento de la prednisona (fuerza de recomendación C).
- En cuanto a los inhibidores de la calcineurina, se pueden suspender o, en caso de función residual relevante y necesaria y a título individual, mantener a dosis más bajas durante 3-6 meses, para luego suspender de forma lenta (fuerza de recomendación C).
No hemos encontrado datos que apoyen la prolongación de ningún tipo de inmunosupresión más allá de los seis meses.
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