José Suárez de Lezo Cruz-Conde, Concepción Herrera Arroyo, Miguel Ángel Romero Moreno, María Pan de Francisco, Rosario Jiménez, Dolores Carmona, José M. Segura, Sonia Nogueras, Dolores Mesa Rubio, Javier Suárez de Lezo Rodríguez de Tejada, Djordje Pavlovic, Soledad Ojeda, Antonio Torres Gómez
Introducción y objetivos. Diferentes estudios han demostrado que la infusión intracoronaria de células mononucleadas de la médula ósea en pacientes con infarto agudo de miocardio mejora la función ventricular. Sin embargo, existe menos información sobre esta terapia en la fase crónica de un infarto. Este estudio analiza los cambios clínicos, ecocardiográficos y angiográficos observados en 19 pacientes con infarto anterior crónico revascularizado y función ventricular deprimida que fueron tratados con terapia celular. Métodos. Se estudió a los pacientes de forma seriada durante la fase del tratamiento, a los 6 meses y al año. La médula ósea autóloga fue extraída mediante punción aspirativa sobre cresta iliaca, y las células mononucleadas se aislaron por centrifugación en gradiente de densidad. Se efectuó un estudio biológico in vitro de una muestra de las células infundidas, para citofluorometría, marcación fenotípica y análisis de la capacidad quimiotáctica de las células infundidas. Resultados. A los 6 meses y al año de la terapia celular se observó una ligera mejoría clínica y de la función ventricular, más acusada en un grupo de pacientes respondedores. Éstos se caracterizaban por haberse sometido a revascularización de forma más cercana a la terapia celular. Se observó una relación inversa entre los parámetros funcionales y los biológicos que traducen un estado de actividad proclive a la migración. Conclusiones. La infusión intracoronaria de células mononucleares de la médula ósea en pacientes con infarto anterior crónico parece producir una ligera mejoría clínica y funcional a los 6 meses que se mantiene al año del tratamiento
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