La aparición de las placas y tornillos como método de fijación interna, representó una auténtica revolución y un gran avance en el manejo de las fracturas y en los sistemas de fijación. En aquella época, los años 50, se mostraba un gran énfasis en la reconstrucción anatómica y el mantenimiento de la osteosíntesis con sistemas de fijación interna muy rígidos. A pesar de que esos principios, eran aplicables a un gran número de fracturas, no todas debian ser tratadas de ese modo. Así, el convencimiento de que la reconstrucción anatómica, a veces solo lleva a una gran destrucción de los tejidos blandos adyacentes y a una pérdida de la trama vascular de los fragmentos óseos implicados en la fractura, con la consecuente falta de cicatrización y aparición de no uniones. De una forma progresiva ha habido un cambio en aquella filosofía y ahora el énfasis está en la preservación del entorno biológico de las fracturas, donde solo se persigue un alineamiento espacial de los principales fragmentos implicados y potenciando el concepto de lo que hoy se conoce como osteosíntesis biológica. Los nuevos sistemas de placas bloqueadas, LCP, SOP, FIXIN, Pax (Securos), ALPS, ..., etc, han contribuido en los últimos años a la consolidación del nuevo concepto y constituyen un pilar básico en los últimos planteamientos de la osteosíntesis moderna.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados